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Investigadores de la Politécnica de Cartagena, del Centro Tecnológico de la Construcción de la Región de Murcia y de las empresas Cementos La Cruz, Construcciones Urdecon, Materiales Reciclados e IDEA Ingeniería están desarrollando un proyecto para fabricar hormigones sin cemento que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos productos ecoamigables tendrán una baja huella de carbono en comparación con el hormigón convencional, pues necesitarán un consumo mucho menor energía para su fabricación.
Utilizarán los conocidos como hormigones geopolímericos, que emplean materiales de desechos industriales y urbanos, para avanzar en el camino de la descarbonización y la mejora de la sostenibilidad. Además, la valorización de los residuos contribuirá al desarrollo de la economía circular.
La fabricación de cemento genera el 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono y el 5% del CO2 generado anualmente en España, dado que uno de sus principales ingredientes, el clínker, necesita cocerse a temperaturas de 1.400 grados, explica la investigadora responsable del proyecto, Isabel Miñano.
“Dejar de utilizar el hormigón no es la solución, pues constituye un material relativamente accesible que permite el acceso a la vivienda y a múltiples servicios de millones de personas alrededor del mundo y es además un material con una elevada resiliencia frente a catástrofes naturales como inundaciones, huracanes y resistente al paso del tiempo”, explica el coordinador del grupo de investigación Ciencia y Tecnología Avanzada de la Construcción de la UPCT y director de la Escuela de Arquitectura y Edificación, Carlos Parra.
Para intentar hacer compatibles las ventajas constructivas del hormigón y la protección del medio ambiente, los investigadores de la UPCT y las empresas del sector se han propuesto fabricar hormigones sin cemento portland, el utilizado habitualmente para fabricar el hormigón, de modo que se reduzca la elevada huella de carbono asociada a la construcción y se fomente una forma sostenible de edificar.
El proyecto REINE para el desarrollo de hormigones de bajas emisiones de CO2 (2I20SAE00085) responde al objetivo de ‘Una nueva manera de hacer Europa’ de la Comisión Europea y está financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del programa Ris3Mur de la Comunidad Autónoma en la línea del Reto Social de Salud y Sostenibilidad de Recursos Naturales y en un 20% por fondos propios de la Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo de la CARM.