JUSTIFICACIÓN

En las últimas décadas nuestra sociedad ha ido alcanzando un grado de conciencia cada vez mayor acerca de la necesidad de conservar adecuadamente el patrimonio histórico que nos ha sido legado y la obligación de entregarlo en condiciones adecuadas a las generaciones venideras. Esta toma de conciencia conlleva varias consecuencias de gran calado. Por una parte, los fondos que está dispuesta a invertir la sociedad en la actuación sobre el patrimonio histórico han crecido mucho en las últimas décadas, y se mantienen en los últimos años pese a la situación de crisis económica. Si hace unas décadas únicamente se contaba para estos fines con las escasas asignaciones presupuestarias de la administración competente en materia de cultura, últimamente las instituciones públicas y privadas que están ejerciendo su labor de mecenazgo en este campo son muy numerosas. Por otra parte, la preocupación por la intervención en el patrimonio histórico no es nueva, pero hasta hace unos años se centraba ante todo en las artes figurativas y la arquitectura religiosa. Por el contrario, en las últimas décadas se aprecia un notable grado de interés por la arquitectura militar, la industrial o el patrimonio etnoantropológico, que ha llevado a hablar de una explosión del concepto de patrimonio histórico.

Como consecuencia, la conservación del patrimonio histórico está afrontando problemas de gran envergadura; y si no sabemos hacerles frente con acierto, las consecuencias para él pueden ser muy graves. En primer lugar, para intervenir en el patrimonio histórico con la mínima responsabilidad exigible es necesario conocer a fondo el elemento sobre el que se actúa, y precisamente nuestra época dispone de un arsenal de instrumentos excepcional para ello. En segundo lugar, y precisamente por la complejidad de estos instrumentos de diagnóstico y de las técnicas que se emplean en la intervención sobre el patrimonio histórico, resulta absolutamente imprescindible abordar estos problemas con la intervención de técnicos con una formación específica en patrimonio histórico. Se están practicando intervenciones en el patrimonio construido por técnicos que han alcanzado renombre en el campo de la arquitectura de nueva planta, pero que no disponen de una especialización adecuada en patrimonio histórico. Como consecuencia, se afronta el problema de la conservación mediante las herramientas teóricas y técnicas propias de la arquitectura moderna, empleando una estrategia que se ha desechado hace muchas décadas en los países más próximos, y que resultaría inaceptable en conservación de las artes figurativas o en otros campos del patrimonio histórico.

Todo esto hace imprescindible contar con profesionales especializados en las técnicas de conservación de las obras de arquitectura e ingeniería, que presentan características muy diferentes a otros campos del patrimonio histórico.

OBJETIVOS

Se consideran como objetivos generales del Máster los siguientes:

• Formar especialistas en patrimonio arquitectónico, potenciando los conocimientos adquiridos en la fase de grado, y dotando a los alumnos de conocimientos acerca de historia de la arquitectura y la construcción, documentación de edificios históricos, teoría y gestión del patrimonio, así como la capacidad de intervenir en operaciones de conservación del patrimonio arquitectónico, integrándose en un equipo multidisciplinar para la redacción de un proyecto de conservación del Patrimonio Arquitectónico, dentro del marco de atribuciones de la titulación de grado con la que accedan al Máster.
• Dotar a los alumnos de conocimientos acerca de los métodos y oportunidades de investigación en historia de la arquitectura y la construcción, representación de la arquitectura, teoría del patrimonio histórico y técnicas de conservación del patrimonio histórico y de capacidad para realizar trabajos de investigación acerca de estos campos de conocimiento y presentar esta información y conclusiones, bien de palabra o por escrito, de acuerdo con las convenciones usuales en las reuniones y publicaciones científicas.
• Permitir adicionalmente a los alumnos seguir intereses personales en campos concretos del patrimonio arquitectónico u otros campos vinculados a éste, como la arquitectura militar, el patrimonio industrial y minero, la historia de la representación del espacio, la arqueología, la museología, el paisaje cultural y los jardines históricos, la arquitectura vernácula y el refuerzo estructural de construcciones históricas.
• Al mismo tiempo, inculcar o potenciar en los alumnos una serie de competencias transversales como capacidad de análisis y síntesis, capacidad de organización y planificación, comunicación oral y escrita en la lengua nativa y, eventualmente, en otras lenguas, conocimientos de informática relativos al ámbito de estudio, motivación por la calidad, sensibilidad hacia temas ambientales vinculados con el urbanismo y el paisaje, aprendizaje autónomo, capacidad de adaptación a nuevas situaciones, iniciativa y espíritu emprendedor, y sobre todo, compromiso ético con la responsabilidad social de su labor, con el valor de la autenticidad en el campo del Patrimonio Histórico y con la ética científica y creatividad, entendida desde el respeto a los valores de la construcción sobre la que se actúa o el objeto que se estudia.

En coherencia con estos objetivos, se fijan en el apartado siguiente tres tipos de competencias: competencias transversales; competencias específicas comunes, que han de adquirir todos los alumnos mediante materias obligatorias; y competencias específicas sectoriales, que han de adquirir los alumnos en función de sus intereses personales, mediante asignaturas optativas.