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A pocos meses de que concluya el soterramiento de las vías del tren a su llegada a la estación de Murcia, el estudiante de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) David Cano Lacárcel plantea, en su proyecto final del grado en Arquitectura, el debate que está por llegar: qué hacer para integrar los barrios que el tren ha dividido durante el último siglo y medio.
Recuperar espacios verdes, espacio para los peatones y la relación de los vecinos con la estación es el objetivo del diseño urbanístico realizado por el alumno, que propone que el tráfico ferroviario se convierta en un “reclamo integrador” con terrazas y espacios públicos que sobrevuelen las vías. “El disfrute visual de los trenes puede ser un atractivo para la zona después de tantos años de relación conflictiva”, subraya Marcos Ros, quien junto a Fernando García ha dirigido este Trabajo Final de Grado, “uno de los mejores que he dirigido”, asegura.
El trabajo académico incluye la reordenación del tráfico rodado para dar un enlace directo con la autovía a la estación, a través de una rotonda en el actual paso subterráneo de San Pío X, la prolongación de la calle Pintor Pedro Flores y la reactivación del comercio al sur de las vías con semipeatonalización de Marqués de Corvera, que se convertiría en el eje de vertebración del Carmen y Santiago el Mayor y donde el estudiante sitúa la nueva estación. La actual se quedaría como museo del ferrocarril.
El proyecto da gran importancia a los espacios verdes para “coser la fractura urbana” que han dejado las vías y proyecta un gran parque en los terrenos abandonados que ocupan los antiguos depósitos de gas, donde plantea la creación de un cine al aire libre utilizando la medianera de un edificio y la instalación de un escenario y locales de hostelería.
Huertos urbanos y recorridos peatonales son otras de las ideas del trabajo de David Cano que contrastan con el plan municipal aprobado en 2006 y que estaba basado en financiar el soterramiento con las grandes plusvalías generadas por nuevos edificios de hasta quince pisos. “Serían torres descontextualizadas junto a viviendas de dos y tres alturas”, critica el nuevo arquitecto por la UPCT, que señala otras deficiencias de este planeamiento como el “aislamiento de las zonas peatonales, rodeadas de hasta diez carriles de tráfico” o la consideración de las rotondas como espacio verde. “No sería la mejor manera de recuperar espacios para los vecinos”, añade.
La propuesta del alumno de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la Politécnica de Cartagena parte del estudio de las consecuencias en la evolución urbana y en los indicadores socioeconómicos que las vías férreas han tenido en los barrios de Santiago el Mayor, San Pío X y Barriomar. “Su morfología urbana está disgregada, con zonas vacías y sin uso que aún persisten, un gran porcentaje de viviendas están en mal estado y los niveles de paro y población sin estudios son mucho mayores de los que existen al norte de las vías”, sintetiza David Cano.
“Su proyecto elude debates ya superados y afronta la integración urbana de los barrios afectados en todos sus ámbitos, desde la reordenación vial, a los espacios públicos, pasando por los equipamientos sociales y comerciales”, resalta del trabajo Marcos Ros. “Es un esbozo del potencial de los barrios del sur de Murcia y de los beneficios que se conseguirían con un urbanismo ambiental y socioeconómicamente sostenible”, añade por su parte Fernando García, recordando el objetivo 11 de los ODS.